José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), declaró este martes 1 de agosto que «sería todavía muy prematuro» calcular un incremento del flujo migratorio desde Venezuela en respuesta a la situación política y las manifestaciones tras los resultados del reciente proceso electoral que ratificó a Nicolás Maduro en la presidencia.
«La idea de una nueva ola migratoria desde Venezuela debe ser tomada con cautela, pero sería prematuro calcular un flujo migratorio en este momento», afirmó Salazar-Xirinachs, durante la presentación del informe anual: «La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2024″.
Añadió que cualquier situación de inestabilidad, violencia o crisis relacionada con las elecciones puede incentivar a la gente a migrar, pero insistió en que pronosticar la magnitud de un nuevo flujo migratorio en medio de la actual incertidumbre es especulativo.
- El secretario ejecutivo subrayó que la idea de un aumento migratorio está basado en opiniones, no en proyecciones certeras o estadísticas concretas.
¿Cuántos venezolanos han salido de su país?
Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados e Inmigrantes de Venezuela, hasta junio de 2024, los refugiados e inmigrantes venezolanos ascienden a 7.8 millones en el mundo, de los cuales 6.6 millones se encuentran en países de América Latina y el Caribe.
El dato lo compartió Salazar-Xirinachs, al precisar: «Muchos de ellos salieron durante el período de crisis económica y el decrecimiento que lleva muchos años».
Sus consideraciones fueron en respuesta a una pregunta sobre cómo afectaría la migración venezolana la inversión extranjera directa en momentos en que ese país está en crisis.
En este contexto, aclaró que la convulsión que afectó la inversión extranjera directa en la región durante 2023 se debió a rivalidades geopolíticas, como las guerras en Ucrania y el Medio Oriente, pero sostuvo que estas no son variables comparables con el incremento de la migración.
Salazar-Xirinachs concluyó enfatizando la necesidad de abordar la migración venezolana con un enfoque basado en datos y proyecciones sólidas de los organismos correspondientes.
