La República Dominicana registra desde el 1991 un aumento significativo en la inversión en defensa y sólo en el siglo XXI ese incremento alcanza el 362 %, según datos que compila el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés).
En el año 2000, el gasto militar ascendió a unos 246.8 millones de dólares y para el 2023 se había incrementado a 893.2 millones de dólares, de acuerdo con la base de datos del Sipri.
De hecho, el gasto militar en el mundo sufrió un incremento en el 2023, alcanzando los 2.44 miles de millones de dólares, lo que supone un aumento del 6.8 % en términos reales con respecto al 2022, informa el Sipri, al medir un año que hubo guerras en Ucrania y Gaza. Los países con mayor inversión en el 2023 fueron Estados Unidos, China, Rusia, India y Arabia Saudita.
Gasto en el Caribe
La República Dominicana es el país con mayor crecimiento económico del Caribe. También es el que tiene un gasto militar más alto. El Sipri no tiene datos de Cuba -que mantiene un bloqueo económico- desde 2019 en adelante. Sin embargo, en el 2018 gastó 128 millones de dólares, mientras que la República Dominicana destinó 593 millones de dólares en ese año.
Haití en el 2023 gastó 11.7 millones de dólares, según los registros del Sipri. Esta cifra significa el 1.3 % de lo que invirtió la República Dominicana. Esto se explica por la crisis económica y social que enfrenta ese país, que no puede garantizar su propia seguridad.
«El aumento sin precedentes del gasto militar es una respuesta directa al deterioro mundial de la paz y la seguridad«, afirmó en abril Nan Tian, investigador senior del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del Sipri. «Los Estados están dando prioridad a la fuerza militar, pero corren el riesgo de entrar en una espiral de acción-reacción en un panorama geopolítico y de seguridad cada vez más volátil».
La Comisión Económica para América Latina informó en el 2023, que «70 millones de personas no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos». Por cada persona que no puede comprar una canasta básica de alimentos en América Latina, se gastan alrededor de 800 dólares en gastos militares.