La integración de Georgia a la Unión Europea ha quedado en suspenso y parte de la asistencia financiera del bloque a la nación del sur del Cáucaso ha quedado congelada luego que las autoridades georgianas adoptaron una ley que según críticos limitará las libertades democráticas, informó el martes el embajador de la UE en el país.
Los líderes de la UE tomaron la decisión en la cumbre más reciente del Consejo Europeo, luego que las autoridades de Georgia aprobaron la ley contra «influencias extranjeras» pese a semanas de protestas, dijo el embajador Pawel Herczynski.
Además, se congelaron 30 millones de euros (32,5 millones de dólares) en asistencia financiera que iban a ir al Ministerio de Defensa de Georgia en 2024, indicó Herczynski en conferencia de prensa.
«Este es solo el primer paso, habrá otros pasos. Nuestro apoyo directo al gobierno de Georgia será limitado, y buscaremos reencauzar el apoyo, del gobierno de Georgia a la sociedad civil y a la prensa«, dijo. «Es lamentable ver a las relaciones entre la UE y Georgia en un punto tan bajo cuando podrían estar en su máximo».
La ley, que entró en vigor el mes pasado a pesar de protestas masivas y un veto presidencial, le exige a la prensa, a las organizaciones no gubernamentales y otras agrupaciones registrarse como «fomentadores de los intereses de una potencia extranjera» si reciben más del 20% de su presupuesto del extranjero.
La oposición apoda a la propuesta como «la ley rusa» porque Rusia tiene una ley similar que usa para reprimir a medios de comunicación independientes, organizaciones e individuos que critican al Kremlin, y considera la aprobación de la medida como prueba de la influencia de Moscú en la política georgiana.
Funcionarios de la UE han dicho que la ley es antidemocrática y advertido que entorpecerá el proceso de integración de Georgia a la UE.